El amor y la felicidad que vi y recibí esos días van a ser difíciles de superar, por Claudia Rodrígu
Viajar no es solo ver monumentos y degustar comidas espectaculares, para mí un viaje es un conjunto de experiencias que te harán recordar tus días no como una sucesión de fechas sino como "aquel día en el que un grupo de fieles esrilanqueses me invitaron a comer", "el día en el que me perdí sola por las calles de Bangkok" o "aquella mañana que disfruté simplemente haciendo nada".
A la caza y captura de nuevas vivencias, escribí a los chicos de Colabora Birmania, con los que llevaba colaborando hacía ya un tiempo. Tenía toda la ilusión del mundo por ver in situ los proyectos que con tanto cariño gestionan en Mae Sot. Cuatro días después salí de esta pequeña ciudad en la frontera con Birmania con el corazón más lleno de lo que lo traía.
Visité junto a ellos el orfanato Safe House, la guardería Chicken School y la escuela Km. 42 y solo tengo palabras de admiración por el gran trabajo que se hace en cada uno de ellos. Siempre recordaré mis días en Mae Sot como aquellos en los que me llevé en la retina las sonrisas de cientos de niños que luchan por tener cada día un futuro un poquito mejor.
No sé lo que me esperará en el resto de mi viaje pero estoy segura de que el amor y la felicidad que vi y recibí esos días van a ser difíciles de superar.
Muchas gracias a todo el equipo de Colabora Birmania que me recibió, os deseo de todo corazón que continuar con vuestra labor sea cada día más fácil.
Claudia Rodriguez (www.soloida.com)