"Prometemos volver pronto", por Carolina Abel
Si tuviéramos que resumir lo vivido en Mae Sot en una única frase probablemente sería algo como esto: una experiencia conmovedora que nos ha dejado sin palabras y nos marcará para toda la vida. Tanto por su lado triste como por los momentos tan bonitos que hemos disfrutado.
Conocimos a Colabora Birmania hace algo más de dos años en un acto benéfico que organizaron en Lanzarote. El evento nos dio a conocer la difícil situación que están pasando muchos birmanos en Tailandia. Decidimos aportar nuestro granito de arena apadrinando a una niña, que en aquella vivía en el orfanato Safe House en Mae Sot.
Desde entonces la pequeña Wai Wai Pyo forma parte de nuestra vida y después de dos años de contacto a través de cartas y fotos, nuestro deseo de viajar hasta Mae Sot para conocerla en persona se hizo realidad.
Llegamos a Mae Sot con mucha ilusion, nervios y sobre todo incertidumbre sobre lo que íbamos a encontrar. Fuimos recibidos por Marc y Sara y nos dejaron acompañarles durante varios días.
Nuestra experiencia comenzó con una visita al orfanato Safe House. Compartimos muchísimas risas y abrazos, se nos ponen los pelos de punta cada vez que recordamos es momento. Entrar en el orfanato y tener enseguida a un niño cogido de la mano con ganas de jugar contigo, tocar tu pelo o simplemente darte un abrazo ha sido algo increíble. Recibimos tanto amor y cariño por estos pequeñines y nos encantó verles disfrutar sacándose fotos con nuestra cámara. A pesar de toda la alegría y buena energía que nos hicieron sentir, no pudimos ignorar lo que han sufrido muchos de ellos, aún siendo tan pequeños.
Con la misma alegría y el mismo cariño nos dieron la bienvenida los alumnos del Chicken School. Pudimos disfrutar del recreo con ellos jugando con ellos en el parque infantil de la escuela. Nos sorprendió ver luego lo ordenados y tranquilos que se sentaron después del recreo, primero para cantarnos algunas canciones y luego, después de unos minutos de meditación, para comer.
También tuvimos el placer de conocer al proyecto más grande de Colabora Birmania, la escuela Km 42. Habíamos seguido los trabajos y avances de la ONG por la web y las redes sociales pero fue impresionante verlo todo con nuestros propios ojos: las casas de los niños internos, el parque infantil, el huerto y el campo de fútbol.
Pero el momento más conmovedor ha sido desde luego cuando conocimos a nuestra pequeña Wai Wai Pyo. Una niña muy dulce aunque tímida y reservada, y no sabíamos como iba a reaccionar al vernos. Llegamos a su casa y nos recibió con una sonrisa que nos llegó al corazón. Durante nuestra estancia pudimos conocer mejor a ella, su madre, su hermano 'Arnold' y sus hermanas. Además nos contaron de su pasado y la situación complicada de la madre en Tailandia. Creamos un vinculo muy especial tanto con la pequeña como con el resto de la familia y disfrutamos muchísimo de los ratitos que estuvimos juntos. El momento de la despedida ha sido muy duro para todos, nos dolió en el alma tener que decirles adiós y ver lo triste que estaba la pequeña.
Queremos dar las gracias a Sara, Marc, Rebecca y el resto de las personas que están detrás de Colabora Birmania ¡SOIS GRANDES! Gracias por el increíble trabajo que hacéis por estos niños y algunas de las comunidades birmanas en Mae Sot, que viven en condiciones que nosotros difícilmente nos podemos imaginar. Desde nuestra vuelta estamos haciendo todo lo posible para que a través de nuestra experiencia más personas de nuestro entorno 'se birmanizen' y conozcan vuestros proyectos.
Lo vivido en Mae Sot nos ha cautivado y prometemos volver pronto.
Un abrazo enorme, Carol y Rafa.